14/08/2013 | |

Ingeniería en Mecanización de la Producción Agropecuaria, alternativa fierrera

La carrera es dictada en la Universidad de Morón y cuenta con el apoyo de Claas. Tiene una duración de cinco años, con la posibilidad de obtener un título intermedio.

Claas CosechadoraLa carrera es dictada en la Universidad de Morón y cuenta con el apoyo de Claas. Tiene una duración de cinco años, con la posibilidad de obtener un título intermedio.

La Universidad de Morón es la única casa de estudios del país que cuenta con una carrera especializada en maquinaria agrícola que brinda un título de nivel superior; carrera que cuenta con el apoyo de Claas.

Julio Pollacino es el director de la carrera de Ingeniería en Mecanización de la Producción Agropecuaria de la Universidad de Morón, la única en el país que se propone construir un “puente” entre las ingenierías agronómicas clásicas y las ingenierías mecánicas.

Los argumentos del académico en torno a la acuciante necesidad de contar con personas especializadas en el tema disparan interrogantes acerca de por qué una carrera con estas características demoró tanto en hacer su aparición en el país. “En los últimos años hemos visto cómo la ingeniería se fue metiendo en medio del propio campo, así como también la informática”, indica, para luego añadir: “las máquinas son cada vez más grandes, poderosas y veloces, esto hace necesario  cálculos para proveer a los establecimientos de equipos sin excesos ni defectos, lo que justifica una visión global amplia y completa como la que debe poseer el ingeniero con su formación superior en la especialidad”.

Por otro lado, para Pollacino no es posible confiar en  máquinas que no tengan un servicio de asistencia técnica sólido y confiable, algo que no sólo comprende a los repuestos, sino también y principalmente al conocimiento del producto. “En esto resulta obvio que el campo y la producción agropecuaria no esperan –señala–. Como en toda producción a cielo abierto, donde el espectro biológico está interactuando con el mecánico-agrícola, no hay sábados ni domingos; es como la asistencia médica de urgencia. Y para satisfacer estas necesidades ya no basta, como antes, con un operador que arme y desarme, se requieren personas específicamente preparadas”.

Danilo Pérez, estudiante de la carrera –a quien sólo le falta presentar y defender su tesina para recibirse– y actual responsable de la planta de armado de Claas en Oncativo, coincide en el diagnóstico: “Hace tan sólo 10 años toda la tecnología que incorporaban las máquinas en términos de confort, electrónica o información era muy básica; hoy las cosas han cambiado mucho, y los equipos tienen cada vez más capacidad y complejidad”.

Entre el aula y el galpón

Con un plan de estudios que combina materias de Ingeniería Agronómica, Ingeniería Mecánica, Ciencias Económicas y materias específicas sobre maquinaria agrícola –estas últimas a cargo de un plantel de 20 docentes especialistas en sus respectivas áreas–, los alumnos de la carrera trazan itinerarios semanales que incluyen como escenario aulas, laboratorios, campos y galpones.

La carrera está armada para ser finalizada en un mínimo de cinco años, pero también incluye un título intermedio con nivel de tecnicatura hacia la mitad del recorrido, para que ya en esa etapa los estudiantes que lo deseen puedan lanzarse al mercado laboral con conocimientos sólidos y un fuerte aval oficial.

En cuanto a la orientación global de la carrera, Pollacino sostiene que “apuntamos fuertemente al diseño y la adaptación de la maquinaria agrícola, y con una fuerte capacitación en todo lo que hace a la asistencia técnica de máquinas y equipos”. Todo ello con una mirada situada geográfica y temporalmente: “Nosotros hemos elaborado un plan de estudios ajustado a las actuales necesidades locales; por otra parte, en lo que se refiere a investigación, en la Carrera se trabaja en investigación aplicada ya que también se busca resolver necesidades reales detectadas en el sector”.

Respecto de la inserción laboral, existen convenios de reciprocidad con muchas empresas, así como también con el INTA, la CAFMA y la Red Argentina de Tecnología en Poscosecha de Granos, entre otros.

“En el caso de Claas nos apoyan desde el primer año en que la carrera estuvo en funcionamiento. La empresa entiende, como me dijo su vicepresidente Reynaldo Postacchini, que el sector fierrero argentino necesita de este tipo de ingenieros”, afirma Pollacino y cierra la idea: “De esta forma, nosotros tenemos la oportunidad de recibir un muchacho vacío de estos conocimientos, y lo devolvemos al mercado con un alto valor agregado, algo que nos pone muy orgullosos”.

 

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ETIQUETAS: CAFMA, Capacitación, Claas, INTA

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