09/02/2017 | |

Las exportaciones, un motor que sigue con baja potencia

Las ventas al exterior de maquinaria agrícola cayeron durante el año pasado y pierden competitividad. El Gobierno y las fábricas analizan mecanismos de promoción.

Por Alejandro Rollán

Si bien la industria de la maquinaria agrícola sigue sumando potencia a sus equipos, hay un negocio en el sector que no termina de traccionar: las exportaciones.

La ventaja competitiva generada el año pasado, a partir de la actualización del tipo de cambio, se fue apagando con el correr de los meses.

La dimensión alcanzada por el costo argentino, alimentada por la inflación, hace que las operaciones de comercio exterior de la maquinaria agrícola no tengan la dinámica que el sector se merece, por su nivel de investigación y desarrollo.

Es así que las exportaciones durante el año pasado cayeron por debajo de los U$S 140 millones logrados en 2015 y se encuentran cada vez más lejos del promedio logrado en el quinquenio 2009/2014, que fue de U$S 200 millones, de acuerdo con el último informe elaborado por los especialistas del INTA Manfredi Mario Bragachini y Federico Sánchez.

Promoción oficial

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Asimetrías provinciales en el Impuesto a los Ingresos Brutos, la vigencia nacional del impuesto al cheque y la inaplicabilidad del ajuste por inflación a los balances desequilibran la balanza de la competitividad.

En la industria se sabe que para que una empresa tenga un nivel sustentable de facturación, al menos alrededor del 30% de sus ingresos debe venir del comercio exterior.

Alcanzar ese umbral no es tarea fácil, a pesar de los esfuerzos individuales de las fábricas por crecer en escala, tecnología y servicios en el exterior.

Como parte de una estrategia integral de promoción a la actividad que el Gobierno viene desarrollando, aún en los papeles, desde mediados del año pasado el estímulo a las exportaciones también figura en esa agenda de prioridades.
En julio pasado, la Cámara Argentina de Fabricantes de Maquinaria Agrícola (CAFMA) y las autoridades nacionales comenzaron a diseñar un sistema de financiamiento para las exportaciones del sector.

El mecanismo ideado, a grandes rasgos, preveía que una vez cerrada la operación de venta, el Gobierno se haría cargo de pagar el equipo al fabricante, además de financiar la adquisición por parte del importador con un banco en el exterior a un plazo de tres o cuatro años, a través de letras semestrales. Este sistema le permitiría a las fábricas no tener que vender sus implementos de contado y de ofrecerle al comprador una alternativa de financiamiento en cuotas.

Si bien se pronostica que durante este año la industria nacional mantendrá números positivos en el mercado interno, la apuesta adicional será crecer en exportaciones. En el escenario actual, con un mercado mundial de maquinaria que permanecerá retraído en 2017, sin una estrategia adecuada la aguja exportadora no se moverá.

Para ello, será fundamental que los mecanismos de promoción que están en carpeta se pongan en marcha para comenzar a darle potencia al motor del comercio exterior.