18/04/2017 | Ejecutivos | Entrevistas

Horacio Carlachiani: “Ombú avanza siempre con tecnología”

El Gerente Comercial de la empresa describe el abanico de adelantos introducido en las distintas líneas de máquinas. Y analiza cómo es trabajar con una producción multifacética.

Por Jorge Freites
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Horacio Carlachiani (Ombú)

Entre las fábricas líderes de la industria nacional de maquinaria agrícola, Ombú es una de las más jóvenes. Los casi 27 años de trayectoria parecen poco al lado de empresas que superan largamente el medio siglo. Pero la “juventud” no le ha impedido dejar una huella bien marcada.

La firma arrancó con el empuje de Orlando Castellani y Horacio Carlachiani, ambos de muchos años de trabajo en Apache.

Ombú pisó fuerte, tras los primeros pasos, cuando el mercado le dio un rotundo “sí” a su tolva autodescargable. Y desde entonces creció hacia diferentes terrenos.

Carlachiani, Gerente Comercial de Ombú, evalúa en diálogo con MaquiNAC los aspectos positivos de manejar varios rubros y hace hincapié en la innovación permanente para seguir en el pelotón de vanguardia.

Empezar de nuevo

¿Cómo se puede sintetizar su trayectoria en el negocio de la maquinaria agrícola?

Estuve 18 años trabajando en Apache y después, Orlando Castellani, por un motivo familiar, se retiró de la sociedad y comenzamos con Ombú. Fue el 1º de septiembre de 1990, una fecha que coincide con el día de mi casamiento.

Con Orlando Castellani hace 45 años que nos conocemos. Él tiene una gran confianza conmigo.

Ahí dejé de ser empleado de Apache y pasé a formar parte de Ombú. Con Orlando hace 45 años que nos conocemos. Él tiene una gran confianza conmigo.

Cuando empezaron con Ombú ¿tuvieron la ventaja de toda la experiencia en Apache?

Cuando estuve en Apache trabajé en distintas áreas. Me desempeñé en la parte de producción, de programación, en compras y también en ventas.

Al conocer todos los aspectos de una fábrica de maquinarias agrícolas, tuvimos la ocasión de empezar con Ombú ya desde una base de conocimientos y experiencia.

¿Fueron difíciles los comienzos con Ombú?

Cuando empezó la empresa éramos 12 o 15 personas. Tuvimos la suerte de hacer un producto que nos dio el espaldarazo: la tolva autodescargable. Ese producto nos marcó un camino. Después vinieron los cabezales. Y posteriormente, por el hecho de estar en contacto con la gente, con los clientes, fuimos sacando productos para distintas épocas del año.

Tentáculos fabriles

Hoy la empresa da batalla en varios frentes…

Actualmente tenemos la división de maquinaria agrícola que incluye a los equipos para agricultura y ganadería. Después sumamos la parte de acoplados y semirremolques e iniciamos el desarrollo de otro rubro, con la fabricación de los primeros modelos de bitrenes. Y últimamente incorporamos, con resultado positivo, la división de higiene urbana.

¿Se puede estar tecnológicamente al día con una gama extensa de máquinas?

Como en todo, hay que trabajar. Las tolvas, que constituyeron nuestra plataforma de lanzamiento, fueron evolucionando para acompañar las necesidades que se han presentado en la cosecha. Como en las otras líneas, Ombú procura innovar para responder a los requerimientos del mercado.

Ombú avanza con innovaciones para que los productores y los contratistas puedan ser más eficientes y logren bajar costos.

Siempre la empresa avanza con tecnología, con innovaciones para que los productores y los contratistas puedan ser más eficientes y logren bajar costos.

Por ejemplo, los cabezales incorporaron puntones de plástico y anchos de labor más óptimos. En las líneas de embolsadoras y extractoras hicimos tubos de diámetros que se adaptaran a las tolvas. Continuamente estamos agregando novedades.

Esto es lo que nos permitido crecer en negocios como el de los acoplados y semirremolques donde estamos entre las primeras empresas del país en patentamientos de unidades.

¿Cómo hacen para captar las evoluciones del mercado?

Nuestro departamento técnico sigue usando de referente al colono y al contratista que son quienes después trabajan en el campo con las máquinas. Ellos nos hacen ver lo que necesitan.

Por ejemplo, procuramos que las máquinas sean de fácil reparación; o le añadimos alguna innovación que haga más versátil una máquina, como abulonar la tolva de la extractora, no sólo para el mercado interno sino también para la exportación.

También evolucionamos en el mixer porque en la ganadería se avanzó mucho en lo que es elaboración de dietas y mezclado de los alimentos.

Hoy por hoy tenemos una variedad de productos que nos permite, sinceramente, en épocas malas estar más estables y en picos altos, bueno, tal vez renegamos un poco con la producción para poder entregar los equipos, pero tenemos un gran caudal de ventas.

Atajando la demanda

La diversificación en una fábrica de maquinarias agrícolas ¿es una fortaleza o una debilidad?

Diversificar es una fortaleza. Tal vez en algún momento puede ser un inconveniente porque tenemos que estructurar bien la empresa, hacer divisiones con el fin de acomodar la producción de distintas maneras. Pero cuando el mercado no está del todo bien, cuando no es la mejor época, siempre la variedad de productos ofrece más oportunidades.

Cuando el mercado no está del todo bien, cuando no es la mejor época, siempre la variedad de productos ofrece más oportunidades.

Nosotros trabajamos con un programa anual y cuando viene el boom de ventas, el panorama se complica un poco, es cierto. Pero siempre tratamos de responder a las necesidades de los concesionarios y de los clientes.

¿Hay vaivenes del mercado que impactan muy fuerte en la producción?

Por ejemplo, las rastras de discos, del modelo articulado, se podían estar vendiendo entre setenta y ochenta unidades anuales que era un muy buen nivel de operaciones. Después el negocio cayó a diez rastras y últimamente se revirtieron las cosas: solamente en un mes se vendieron veinte rastras.

Entonces, son movimientos que te sacan totalmente de la programación y de lo que se podría estar vendiendo. Es difícil acomodar la producción cuando se tiene una gran variedad de equipos, pero en Ombú procuramos acomodar la fabricación para responder a todos.

También hay que atender a la red de concesionarios. Normalmente, Ombú hace su programa de ventas y trata de llegar a todas las metas. Y si vemos que en alguna línea faltarán equipos, reacomodamos la producción para no perder ventas.

Tecnología de punta

Los avances en la pulverizadora PAO3000 ¿pueden ser un ejemplo de la actualización permanente que se plantea Ombú?

Sí, en pulverización hemos reforzado el segmento. La pulverizadora autopropulsada es una máquina que fabricamos desde hace cuatro años y vamos aplicándole tecnología para hacer lo que el cliente pide y para tener un equipo de punta. A eso apostamos.

A la pulverizadora autopropulsada le incorporamos barrales de fibra de carbono, transmisión Allison y el Hawkeye, el sistema de pulverización ultrapreciso.

Hemos incorporado barrales de fibra de carbono, transmisión Allison y el Hawkeye, el sistema de pulverización ultrapreciso que viene con la última tecnología.

Digamos, de paso, que es la única pulverizadora que tiene aplicado el Hawkeye. Si bien es un producto un poquito “difícil” por su valor, lo mismo que los barrales, eso no ha impedido que se vendan muchos equipos.

Cuando se ve que una tecnología cumple una función y eso permite economizar o hacer ahorros de tiempo, quienes están en este tipo de máquinas, la incorporan.

Ombu (Logo)

  • Máquinas Agrícolas y Remolques Ombú SA
  • Calle 10, Nº 808 (Área Industrial) (2505)
  • Las Parejas (Santa Fe)
  • Argentina
  • +54 3471 471027
  • [email protected]

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