22/06/2017 | |

La confección de forraje suma equipos y potencia

Este año la venta de picadoras autopropulsadas superará las 40 unidades, 30% más que en la campaña pasada. Las inundaciones recortaron el área de trabajo.

Picadora de forraje Claas

Por Alejandro Rollán

Si bien el número aún está lejos del récord registrado en 2010, cuando el mercado de picadoras autopropulsadas demandó 90 unidades, las ventas de este equipamiento para la confección de forraje parecen resurgir.

Según las empresas del rubro que operan en el país, todas con equipos importados, las ventas durante 2017 superarían las 40 unidades, 30% más que en la campaña pasada.

Esta recuperación en la cantidad de unidades vendidas se produce, no obstante, en un momento en que, por cuestiones coyunturales, el área destinada a la confección de silo para forraje cayó alrededor de 18%.

Recorte de área

Las inundaciones en varias cuencas lecheras del país y de producción ganadera, sumada a las vicisitudes económicas que atraviesa la producción de leche, han impactado sobre el área destinada a reserva forrajera durante la actual campaña.

Sin embargo, los contratistas forrajeros, principales clientes de este mercado, se han decidido a incorporar más unidades y renovar flota.

En la campaña pasada, y según datos de la Cámara Argentina de Contratistas Forrajeros (CACF), se habían destinado 1,62 millón de hectáreas a maíz y sorgo para silaje, 20 veces más que hace dos décadas.

Tecnología top

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La maquinaria autopropulsada utilizada en la Argentina es la misma que las multinacionales del segmento ofrecen en el mercado mundial, lo que refleja claramente la buena oferta tecnológica de la que dispone la demandad doméstica.

De acuerdo con informes elaborados por técnicos del INTA, el parque nacional de picadoras autopropulsadas es en la actualidad de alrededor de 850 unidades, con una antigüedad promedio de 7 años, las cuales trabajan unas 1.800 hectáreas cada una y 700 horas por campaña.

Menos, con más

A pesar de mostrar en los últimos años una retracción en el número de unidades, el tamaño y la potencia de los modelos vendidos fue en crecimiento.

En el año 2000 las máquinas autopropulsadas comercializadas presentaban una potencia promedio de 400 HP con una capacidad de trabajo de 150 toneladas de materia verde por hora. En el año 2013, la potencia media fue de 545 HP, con una capacidad de trabajo promedio de 200 toneladas de materia verde por hora.

Actualmente, el grueso de los equipos comercializados oscila entre los 500 y 700 HP, lo que ha elevado su capacidad de procesamiento de materia verde.

De cara a lo que se viene en tecnología, las empresas proveedoras esperan seguir creciendo en la relación potencia/capacidad de trabajo. Aunque saben que en Argentina el mercado seguirá atado a las estabilidad económica que puedan lograr las producciones de carne y leche.

 

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