31/07/2017 | | Entrevistas

Alejandro Gariglio: “El Banco Nación ya tiene convenios con 261 fábricas de maquinarias”

El Gerente de Gestión Comercial Agropecuaria explica cómo apoya la entidad a la industria de agromáquinas. También define la estrategia para tasas y períodos de gracia y habla de nuevos productos para el sector.

Por Jorge Freites
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Alejandro Gariglio (Banco Nación)

Nadie mejor que los responsables de Ventas de las empresas de maquinaria agrícolas para valorar el rol del Banco Nación: “Cada vez que el Banco lanza promociones con tasas subsidiadas, la demanda alcanza picos máximos”, aseguran.

Además, la entidad sigue sumando empresas a los convenios para la comercialización de equipos en condiciones preferenciales. En los últimos 15 meses triplicó la cantidad  y ya son 261 las firmas que tejieron acuerdos con la institución oficial.

Alejandro César Gariglio es el Gerente de Gestión Comercial Agropecuaria del Banco Nación. En diálogo con MaquiNAC reseñó el trabajo hecho con la industria de agromáquinas, subrayó el valor del esquema financiero que propone la entidad y anticipó que se vienen más herramientas financieras para el sector agropecuario en general.

Créditos para fierros

¿Qué balance se puede hacer del trabajo del Banco Nación para apoyar a la industria de maquinarias agrícolas?

Dentro de lo que es maquinaria agrícola nosotros ya venimos con financiamiento de todo tipo a través de financiación propia, subsidio a través de algún organismo del Estado o, inclusive, a través de las empresas fabricantes.

«Entre marzo de 2016 y julio de 2017, hemos incrementado de 83 convenios con fabricantes de maquinarias agrícolas a 261 convenios».

Entre marzo de 2016 y julio de 2017, hemos incrementado de 83 convenios con fabricantes de maquinarias agrícolas a 261 convenios.

Básicamente, ¿qué implican los convenios?

Con las 261 fábricas de maquinarias agrícolas que ya han adherido al convenio, se opera con la modalidad de que cada empresa subsidia durante los tres primeros años dos puntos y medio la tasa de interés.

En un esquema actual como el que tenemos de 17% de tasa, le sumamos la bonificación de un punto a cargo del banco, como la que se hizo en Palermo, y la bonificación del fabricante y tenemos una reducción de tasa de 3 puntos. Así se reduce la tasa y es tasa nominal a saldo, que no es un dato menor.

Tasas y plazos

¿Y pasadas las promociones por una exposición en particular, cómo sigue el esquema para maquinarias agrícolas?

Se mantienen vigentes los dos puntos y medio a cargo del fabricante y después las líneas adicionales que tiene el Banco.

«En el país no existe un esquema financiero con tasas y plazos como los que proponemos nosotros».

Es decir: tasa fija a 17% los tres primeros años y para períodos mayores y hasta 5 años, tasa fija de 18% para los tres primeros años y tasa de cartera general para los dos últimos años. Al 18% hay que restarle los dos puntos y medio a cargo del fabricante.

Tampoco existen cupos en los montos prestables para maquinarias agrícolas. Se puede venir con una propuesta de compra desde $ 400.000 que puede ser el valor de un implemento de menor porte hasta una cosechadora de 10 o 12 millones de pesos, todo entra dentro del mismo marco financiero.

¿Marca el rumbo el Banco Nación en este tipo de financiamiento?

En el país no existe un esquema financiero con tasas y plazos como los que proponemos nosotros.

Asimismo, el Banco está desarrollando un producto que esperamos tener disponible a partir de agosto y que inclusive brindará mayores beneficios a todo lo que significa desarrollo productivo. Vamos a mejorar la oferta.

Nacional e importado

El financiamiento que brinda el Banco, ¿privilegia a la maquinaria de origen nacional?

Preminentemente de lo que se trata es que haya una potenciación de la producción nacional.

«Se relega la posibilidad de compra de equipos importados cuando hay oferta local».

Apostamos a que las empresas que hagan desarrollos nacionales, cuenten con mayores posibilidades con respecto a los productos importados.

No obstante, en los casos en que no exista en el país una oferta similar de origen nacional, también financiamos la compra de equipos provenientes del extranjero.

¿Qué criterio se utiliza para determinar si hay oferta local?

Eso se establece, en principio, según la posición arancelaria de cada producto. Cada producto tiene una posición arancelaria y ADIMRA (la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina) es quien nos determina si existe una oferta similar de un producto nacional o no y en función de eso se financia la compra de máquinas importadas, si no se producen localmente.

Si hay producto local, le damos preeminancia con bonificación de tasa y todas las promociones del caso. Se relega la posibilidad de compra de equipos importados cuando hay oferta local.

Respaldo a las inversiones

Aparte de la compra de maquinarias agrícolas ¿se están dando créditos a las fábricas para nuevas inversiones?

Esto es una producción en cascada. La generación de un mayor financiamiento en el sector final o terminal del sector de maquinaria agrícola demanda un consecuente crecimiento en la generación de productos.

«Es necesario potenciar la  expansión fabril para atender la demanda que estamos generando».

Para ello es también necesario fomentar el desarrollo productivo dentro de las fábricas, inter fábricas como decimos nosotros, y que es potenciar la expansión fabril para atender la demanda que estamos generando.

Recurrentemente nos encontramos con que el cliente llega con la promoción, con la bonificación del Banco, la bonificación de tasa de la empresa, la necesidad de contar con la maquinaria y…se nos arma el cuello de botella en la posibilidad de entrega que tienen las fábricas.

Ocurre que el crecimiento en la venta no es consecuente con el crecimiento de la producción.

¿Y cómo ha respondido el Banco?

Para ello hemos establecido esquemas de financiamiento a la industria para que potencie del desarrollo de unidades y atender el mercado demandante que se genera.

Esto se extiende también a las empresas agropartistas. Toda la cadena es demandante de capital de trabajo.

Uno de los bienes más escasos que tiene el desarrollo industrial a nivel nacional es el capital de trabajo.

Generalmente se tiene la idea equivocada de decir: generamos con recursos propios toda inversión para el sector y después salimos a demandar la necesidad puntual de la empresa. Y, generalmente, lo que se demanda es capital de trabajo.

Aquí y en todo el mundo, lo más caro es el financiamiento del capital de trabajo y el crédito para inversiones es lo más barato.

Cambiar la ecuación

¿Es una mentalidad muy extendida?

Asiduamente visitamos empresas de todo tipo y nos dicen: “Esta nave la hicimos con recursos propios y ahora necesitamos plata para capital de trabajo”.

«Lo lógico es la inversión con préstamos y generar capital de trabajo con recursos propios».

Y nosotros respondemos: “Nos hubieran pedido a nosotros dinero para la nave, que se le brindamos a largo plazo porque es una inversión, que excede un ejercicio, con tasa más barata y guardaban el capital de trabajo para evolucionar”.

¿En qué tipo de empresas se da esta situación?

Por ahí, en empresas de tipo familiar o empresas pequeñas, que son más conservadoras, priorizan el desarrollo de la unidad productiva con recursos propios y después salen a buscar el capital para evolucionar.

Y eso me parece que no es positivo para una ecuación lógica en el desarrollo de la empresa. Entonces, lo lógico es la inversión con préstamos y generar capital de trabajo con recursos propios.

Nosotros tratamos de incentivar otra idea para romper ese esquema. Cómo generar y a través de eso lograr financiamiento. Los activos fijos hay que tomarlos con créditos y se pagan a largo plazo. No volcar activos corrientes en activos fijos es un mal negocio.

Muchas veces hay empresas que tienen miedo de endeudarse…

Exactamente. Es una realidad. Nosotros estamos dando señales con créditos con tasa fija a tres años y marcando pautas respecto a lo que es el sistema financiero para que haya cierta certidumbre como para volcarnos al desarrollo productivo a través del crédito a la inversión y guardar la liquidez para generar capital de trabajo.

La ganadería

¿Cuáles son las actividades del sector agropecuario que está apoyando el Banco Nación, además de las maquinarias agrícolas?

Desde el 2016 veníamos desarrollando líneas para financiar compras de maquinarias agrícolas y ahora hemos empezado a desarrollar líneas de financiamiento para desarrollo ganadero.

«No es lo mismo cargar kilos sobre cuatro patas que generar cuatro patas más para cargarles kilos».

La idea del Banco Nación es acompañar al gobierno nacional en la recomposición del stock ganadero. El último censo de SENASA nos dio algo más de 53 millones de cabezas.

¿Qué estrategia se pensó para respaldar la ganadería?

Creemos que se debe potenciar ese desarrollo productivo de la mano de dos puntales fundamentales que son la recomposición del stock ganadero a través del incremento de cabezas y del incremento de kilos en animales en pie.

No es lo mismo cargar kilos sobre cuatro patas que generar cuatro patas más para cargarles kilos.

Bajo ese esquema, el Banco lanzó una línea de financiamiento muy beneficiosa para el sector ganadero con un período de gracia para el reintegro de capital que es muy novedoso para lo que es el mercado.

Mucho oxígeno

¿Y qué ocurrió con las demás producciones?

A ese sistema lo fuimos replicando en otras actividades que nos interesa desarrollar como es el sector tambero y próximamente habrá novedades del Banco en lo hace a otros desarrollos regionales como son la vid, el olivo, toda plantación frutícola de pepita y carozo y también en lo que respecta a frutos secos.

«Lo que se planta hoy permitirá empezar a pagar el crédito dentro de 3, 4 o 5 años. Esto es algo inédito en materia financiera a nivel país».

Lo que tracciona ahí, básicamente, es la baja tasa, el largo plazo para el financiamiento y, fundamentalmente, los períodos de gracia que son los que determinan el hecho de considerar la devolución del capital.

¿Cómo trabaja el Banco Nación con los períodos de gracia?

Generalmente, bajo un esquema normal de producción, a los 180 días, 360 días o, a lo sumo, 18 meses, deberíamos empezar a devolver el capital.

En el caso del sector ganadero y algunas otras actividades puntuales, el objetivo es que el período de gracia comience cuando se empieza generar producción a través del desarrollo promovido desde la inversión nueva y que no traccione la evolución del negocio para pagar el capital.

Lo que se planta hoy permitirá empezar a pagar el crédito dentro de 3, 4 o 5 años. Esto es algo inédito en materia financiera a nivel país.

El Banco, con esa tesitura pretende que quien haga reconversión no tenga que generar recursos de la actividad precedente para ir cancelando el préstamo sino que el repago de ese préstamo sea a través de la generación de recursos mediante la nueva inversión.

¿Cuánto va a destinar el Banco para apoyar este tipo de producciones?

En esto el Banco no tiene cupo. Como no se trata de una tasa subsidiada a través de un organismo gubernamental, ni a través de los fabricantes ni nada, no hay cupo. Es financiamiento a través del Banco.

Eso nos determina que la capacidad prestable que tenemos la ponemos al servicio del desarrollo del sistema productivo. No hay límite de financiamiento.

Sean diez mil, treinta mil o cincuenta mil millones de pesos, el Banco Nación está disponible para prestar. No hay límites.

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