Fertilizadoras

Las fertilizadoras constituyen uno de los segmentos más dinámicos de los últimos 20 años en la industria de maquinaria agrícola.

Fertilizadoras

La aplicación de fertilizantes y su mecanizado son procesos relativamente recientes en la agricultura argentina. El uso de nutrientes para el suelo pasó de 800.000 toneladas en 1994 a 3,2 millones de toneladas incorporadas durante la última campaña, con un crecimiento de 300%.

Ello tuvo su correlato en la industria de la maquinaria, que en los últimos cinco años reportó más de 100 novedades en el rubro.

Pese a esos números, fertilizar es todavía una deuda del agro. Los especialistas remarcan la caída de 24% en el contenido de la materia orgánica en las zonas agrícolas, con notorios déficits en los rangos de nitrógeno, fósforo azufre y micronutrientes. A ese cuadro se suman, en los últimos ciclos, las deficiencias de potasio.

Frente a una producción granaria que creció de 40 millones de toneladas en la primera mitad de los años ´90 a más de 100 millones en el ciclo pasado, la reposición marcha a otro ritmo.

Según la Cámara de la Industria Argentina de Fertilizantes y Agroquímicos (CIAFA) y Fertilizar Asociación Civil, se aplica en Argentina la mitad de la dosis necesaria. En lugar de 3 millones de toneladas de fertilizantes por campaña, debería ser el doble.

De acuerdo con evaluaciones del INTA, la “exportación” neta de nutrientes en los granos durante cada campaña llega a 2,57 millones de toneladas, lo que equivale a una cifra estimada en U$S 3.630 millones.

Según los productos

Fertilizadora Yomel Impala Truck 25000 CorteLa aplicación de fertilizantes sólidos o inorgánicos de formulación química es la dominante. De todo el mercado argentino, 91% se reparte entre nitrogenados (47%) y fosfatados (47%).

Los fertilizantes líquidos, en tanto, vienen ganando terreno de la mano del nitrógeno bajo la forma de nitrato de amonio (UAN). También crecen las variantes nutricionales orgánicas. Provienen de la intensificación ganadera y de la avicultura. Se dividen en cama de pollos, efluentes de tambos y residuos sólidos generados en los feedlots.

La corrección de suelos ácidos con yeso y otros productos se convirtió en una práctica que demandó opciones para su mecanización.

La agricultura extensiva es la principal demandante de nutrición. Entre la soja, el maíz y el trigo se reparten cerca de 83% del consumo total de fertilizantes en cada campaña.

Sobre ese panorama se abre el abanico de respuestas tecnológicas de la industria de maquinaria agrícola para que los fertilizantes lleguen a los suelos y a los cultivos.

Oferta

Un total de 36 empresas compiten en el mercado nacional de fertilizadoras, con una oferta disponible de 143 modelos relevados por MaquiNAC, incluyendo esparcidoras de doble disco, monodisco y pendulares, más las distintas opciones de distribución neumática e incorporadoras de sólidos y líquidos.

Cabe consignar que, a los efectos de este informe, en el caso de las abonadoras orgánicas sólo se computaron los modelos con distribución doble disco (que generalmente también se adaptan para aplicación de abonos químicos o calcáreos), por lo que a la cifra apuntada habría que sumarle otros 60 modelos correspondientes a tanques estercoleros y carros distribuidores de guano. Por cierto, tampoco se consideraron en este trabajo las pulverizadoras equipadas para aplicaciones de abonos líquidos.

Provincias

Al igual que en otros rubros, Santa Fe lidera las estadísticas, con 47% de las empresas que participan en el segmento (17 compañías). Le siguen Buenos Aires (11 empresas, 31%) y Córdoba (8 empresas, 22%). La totalidad de la oferta relevada en este segmento corresponde a equipos fabricados en el país.

Fertilizadora Metalfor FSA 4000 HFormato

Las fertilizadoras de arrastre son moneda corriente en el mercado nacional, con 123 modelos que cuentan con opciones de este tipo (86% del total), en tanto que 31 modelos disponen de variantes con acople de 3 puntos (22%).

Aunque todavía son minoría, las fertilizadoras autopropulsadas conforman un nicho que promete crecer en los próximos años. Actualmente, existen 11 modelos disponibles (8%), a las que se agregan los desarrollos de equipos convencionales montables sobre chasis de pulverizadoras o camiones, como los presentados recientemente por Syra y Metalúrgica SR.

Distribución

Las esparcidoras de doble disco han copado el mercado argentino de fertilizadoras, con 98 modelos disponibles y una participación de 68% en la oferta total. Versatilidad y mayor ancho de labor son las cartas fuertes de este tipo de equipos. Muy lejos le siguen las fertilizadoras pendulares y monodisco (8 modelos, 6%), opciones que sobreviven en modelos de más antigua data y de menor porte.

Por cierto, las fertilizadoras neumáticas (12 modelos, 8%) constituyen una alternativa a seguir cuando se apunta a maximizar la calidad en la distribución, al igual que las incorporadoras de sólidos y líquidos (21 modelos, 15%), aunque en este caso a menudo se ven desplazadas por las sembradoras con sistemas variados de fertilización.

Ancho de labor

De la mano de los avances tecnológicos aplicados a la distribución de doble disco, las fertilizadoras de nueva generación sobresalen por su gran cobertura. Un 44% de las esparcidoras de doble disco disponibles en el mercado ofrece un ancho de labor de más de 30 metros, con un rango de aplicación que en general se ubica entre 12 y 36 metros.

Capacidad de tolvas

En paralelo a los avances en materia de cobertura crece la demanda de equipos con mayor autonomía. 21% de los modelos disponibles cuenta con más de 6.000 litros de capacidad de tolva.

Fertilizadora Pla MAF 6000Tendencias

Las fertilizadoras registraron un amplio cuadro de innovaciones en los últimos 15 años. Los parámetros más destacados que han experimentado transformaciones, son los siguientes:

Estructura de los equipos
  • Capacidad. La fertilización correcta enfrenta dos desafíos: efectuar la tarea en determinados períodos y de modo rápido y, al mismo tiempo, aplicar las dosis justas para optimizar la relación costo/beneficio. Eficacia y velocidad son las dos cuestiones a definir. Un indicador técnico que sostiene el rendimiento del equipo es su autonomía de trabajo. A mayor autonomía, menor pérdida de tiempo empleado en la carga. Atendiendo a esa necesidad, las tolvas han ampliado progresivamente sus capacidades. Mientras en la década pasada dominaban los modelos de 1.500/3.000 litros, en las campañas más recientes aparecieron opciones con tolvas de 8.000/15.000 litros.
  • Durabilidad. Los modelos lanzados en el país fueron incorporando tolvas construidas con plástico o acero inoxidable para hacer frente a la corrosión provocadas por los fertilizantes. En particular, creció la fabricación de tolvas de material plástico rotomoldeado. Es un material que, además de soportar mejor que la chapa el efecto desgastante de los agroquímicos, ofrece la ventaja de generar menor condensación en las paredes interiores.
Arrastre o motorización
  • Autopropulsadas. Hasta hace sólo ocho años, el mercado argentino de fertilizadoras se componía de máquinas de arrastre. En 2007 comenzó el surgimiento de las autopropulsadas cuando Pla presentó el primer prototipo y en 2009 se sumó Fertec. Después se añadieron otras empresas. Los modelos con motorización propia hacen otro aporte al objetivo de mayor autonomía de los equipos. Además, proponen el beneficio de chasis configurados con mayor despeje, trocha variable y rodados apropiados para los distintos tipos de aplicaciones.
Precisión
  • Dosificación variable. El concepto de heterogeneidad de los lotes desplazó a la dosis fija en favor de la dosificación variable en tiempo real y los mecanismos para llevarla a la práctica. Con la asistencia de mapas de prescripción, se fue avanzando en la aplicación de fertilizantes por sitio específico, reduciendo la cantidad de insumos utilizados.
  • Computadoras. Las computadoras de fertilización constituyen otro avance tecnológico que se acopla a la contribución que hacen los mapas georeferenciados. Uno de los beneficios de las computadoras es que generan un corte automático de la aplicación en zonas ya fertilizadas. Además, la información acumulada se puede descargar y gestionar en un software para visualizar los patrones de aplicación.
  • Sensores. Un paso más adelante hacia el futuro de la fertilización lo constituyen los sensores para evaluar parámetros específicos de los cultivos. Con la interpretación inteligente de la combinación del índice verde y biomasa en tiempo real, se podrá prescindir, incluso, de los mapas georeferenciados.
Diversificación

Al ampliarse la gama de productos utilizados para la nutrición de los suelos, se diversificaron correlativamente los equipos para mecanizar esa labor.

  • Sólidos en polvo. Fueron apareciendo fertilizadoras para aplicar fertilizantes minerales sólidos en polvo, los cuales permiten maximizar la respuesta del fertilizante en 2,5 a 10 veces con respecto al granulado (partículas de 1,5 mm a 4,5 mm). Cuanto más pequeñas sean las partículas, más rápida es la reacción (por ejemplo, yeso y dolomita).
  • Fertilizantes líquidos. También se lanzaron equipos para trabajar con fertilizantes líquidos. Estos fertilizantes tuvieron un considerable avance, especialmente en lo que concierne a fuentes nitrogenadas (UAN o nitrato de amonio), la más requeridas en pos-emergencia. Los nutrientes líquidos permiten mayor uniformidad en la aplicación que los sólidos y se pueden usar en días de mucha humedad.
  • Abono y estiércol. La intensificación de la ganadería bovina y porcina y el crecimiento de la industria avícola, derivo en una enorme masa de excrementos. Al mismo tiempo que demandaba eliminarla, constituía una gran fuente de nutrición para la agricultura. De ese modo, se empezaron a fabricar sistemas distribuidores de abonos sólidos y líquidos con distintas variantes.
  • Encalado. También la práctica del encalamiento para corregir suelos ácidos impulsó la aparición de equipos específicos, adaptados para tal función en cuanto a los componentes de la tolva, los mecanismos de acarreo y los sistemas de distribución.

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