Pulverizadoras autopropulsadas

22 marcas nacionales y extranjeras compiten en el mercado de pulverizadoras autopropulsadas, con una oferta disponible de más de 80 modelos. MARCAS – MODELOS – TENDENCIAS – ESTADÍSTICAS

Las pulverizadoras autopropulsadas dominan el 85% de las aplicaciones de agroquímicos en Argentina.
Adquirieron mayor importancia en los planteos agrícolas desde que entre 2002 y 2003 se empezó a detectar la aparición de malezas resistentes al glifosato.
Las nuevas generaciones de herbicidas y las distintas estrategias de control de malezas, expandieron el uso anual de las máquinas.
Los productos se aplican tanto durante las fases de los cultivos como en barbecho, impulsando un uso intensivo de las pulverizadoras.
MERCADO
El mercado de pulverizadoras autopropulsadas en Argentina promedió en la última década ventas del orden de 700 unidades anuales.
En 2020 se registró el nivel más alto de los últimos 10 años, con 1.227 unidades comercializadas, según estadísticas del INDEC.
Los equipos de fabricación nacional concentran 83% del total.
OFERTA
El segmento de pulverizadoras autopropulsadas presenta una amplia oferta en el mercado argentino.
22 marcas nacionales e internacionales participan del rubro, con más de 80 modelos disponibles.

Tendencias Tecnológicas

En Argentina, el 60% de los trabajos de pulverización está a cargo de los contratistas, que trabajan una media de 15.000 hectáreas anuales, según datos del INTA.
No obstante, desde 2017 se notó la tendencia entre grandes productores a contar con sus propias pulverizadoras para hacer aplicaciones a tiempo y con precisión, frente al problema de las malezas resistentes.
Los equipos de pulverización, al mismo, tiempo crecieron en productividad y eficiencia de uso de los herbicidas, contribuyendo al ahorro que demanda el mayor costo de los productos.
También las pulverizadoras incorporaron un fuerte paquete de tecnología de precisión que eleva la calidad de las tareas y abre el camino hacia la automatización de funciones.
En el mercado argentino, los productos de origen nacional enfrentan la competencia que plantean los modelos lanzados en las últimas temporadas por las marcas multinacionales.
Motor. Acompañando el aumento de productividad y de capacidad, la motorización creció hasta ubicarse en torno a los 170/200 HP. También surgieron versiones de motor delantero, e incluso trasero, aunque también hay modelos con el motor ubicado detrás de la cabina.
Inyección. Aparecen sistemas con dos tanques para eliminar la necesidad de mezcla química en el interior del tanque principal e inyectar directamente en la línea de barra de la máquina.
Transmisión. En el mercado argentino todavía predominan las transmisiones mecánicas pero surge un segmento de equipos hidrostáticos, impulsado por marcas internacionales.
Tracción. Se agregan modelos que trabajan con tracción integral 4×4.
Suspensión. Se suma la suspensión activa delantera con accionamiento hidráulico automático para trabajar en lotes irregulares, disminuir el desgaste de los componentes y elevar el desempeño.
Distribución. Un concepto que avanza es el de optimizar el equilibrio de pesos, ubicando pesos fijos en los extremos (motor delantero y botalón trasero) y dejando en la parte central al tanque, cuyo peso varía a medida que se pulveriza.
Flexibilidad. Hay versiones de chasis flexibles, sin componentes soldados, que permiten operar en diferentes topografías y suelos, sin perder tracción.
Protección. Se incorporan protectores inferiores que, al mismo tiempo, evitan daños en los componentes de la máquina y en el cultivo.
Despeje. Las últimas generaciones de pulverizadoras trabajan con despejes de 1,60 metro de promedio, lo que permite ingresar en cultivos altos o avanzados.
Ancho. Los barrales se constituyen en elementos principales del aumento de productividad y los anchos de labor ya se ubican entre 30 y 40 metros, según el material.
Materiales. Los botalones de hierro se reemplazan por equipos de fibra de carbono, aluminio o una combinación de hierro y fibra de carbono que permiten mayores anchos. También hay versiones de tubos de acero de alta resistencia.
Performance. Se agregan variantes tecnológicas a fin de lograr la estabilidad horizontal, mantener al barral perpendicular a la máquina, conservar una altura constante y hacer el desarmado multidireccional para evitar impactos.
Capacidad. Se multiplican las versiones de 3.500 y 4.000 litros que apuntan a dotar de mayor autonomía a las máquinas y acompañar el incremento de la productividad.
Aditamentos. Predomina el polietileno como material de fabricación y la inclusión de agitadores hidráulicos y eslabones giratorios para el lavado.
Herbicidas. La introducción de herbicidas hormonales, en algunos casos, genera la tendencia hacia tanques de acero inoxidable que resultan de más fácil limpieza.
Telemetría. Crece como herramienta de control, gestión y asistencia técnica. También se aplica en la automatización de funciones.
Selectividad. Avanzan los sistemas que se acoplan a los botalones y permiten detectar la presencia de malezas y hacer aplicaciones selectivas y puntuales, tanto en cultivos como en barbechos.
Corte. Proliferan los sistemas de corte automático de secciones que accionan las secciones electrónicamente y permiten abrir y cerrar picos. Así se evita la superposición y se ahorran insumos.
Autoguiado. Las máquinas operan con pilotos automáticos mecánicos y también crecen los hidráulicos que direccionan automáticamente los equipos y son compatibles con las señales de corrección disponibles en el mercado.
Clima. Surge la tendencia de incorporar estaciones meteorológicas en las pulverizadoras a fin de optimizar el trabajo con parámetros como velocidad y dirección del viento, humedad y temperatura.
Confort. Se mejoraron los accesos por el sector delantero, con escaleras de accionamiento hidráulico y puertas de gran apertura. Los interiores son espaciosos y dotados de butacas ergonómicas con varios tipos de ajuste.
Control. Se suman consolas y paneles de simplicidad operativa que ponen al alcance del operador todas las funciones de la máquina.
Visión. Se ampliaron las superficies vidriadas para ofrecer una visualización del trabajo integral de la pulverizadora.
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