03/11/2016 | Ejecutivos | Entrevistas

Marcela Silvi: “Dirigir Erca no es un peso, es una pasión”

Como gerente general de Erca, Marcela Silvi redobla la apuesta hacia el futuro y, en diálogo con Maquinac, cuenta cómo es llevar las riendas de una empresa líder en sembradoras.

Por Jorge Freites
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Marcela Silvi (gerente general de Erca)

El universo de las sembradoras es muy particular en Argentina. Representa un segmento surgido en el país al compás de la siembra directa. Alrededor de 60 fábricas protagonizan una competencia muy particular en la industria nacional.

En ese ámbito, Marcela Silvi encarna el empuje de las nuevas generaciones que han llegado para manejar empresas emblemáticas. Es el caso de Erca, la firma de Armstrong (Santa Fe) que va rumbo a las cuatro décadas de funcionamiento y de la que Marcela es gerenta general.

Manejar el timón de Erca, en aguas varias veces turbulentas, no ha hecho mella en la convicción que transmite. Al fin y al cabo, una empresa es el reflejo de quien la conduce y Silvi proyecta a Erca hacia un futuro de crecimiento, siguiendo un sendero que describió en diálogo con Maquinac.

Año de vientos favorables

Entrando ya en el último bimestre del año, ¿cuál es el balance de 2016?

El año arrancó con optimismo, porque el sector tuvo la buena noticia de la quita y la baja de retenciones. Los productores estaban mal predispuestos por la falta de rentabilidad y otros problemas y querían un cambio. Con las novedades positivas, se volvieron optimistas, renovaron el ánimo.

Además, en marzo se lanzó el crédito a 3 años y con una tasa del 13,5% del Banco Nación y esta medida, junto con el cambio de perspectivas, impulsó la decisión de comprar por parte del productor.

«Los productores renovaron el ánimo. 2016 ha sido un año de recuperación porque veníamos de una época muy mala. Hubo que empezar de nuevo».

En los primeros cuatro meses del año, el cambio de expectativas respecto al trigo –que fue una de las cosas más importantes– reactivó la venta de máquinas. Nosotros veníamos de tres años sin vender sembradoras de granos finos y pasamos a tener la mitad del año vendida. Y, después, se sumaron los granos gruesos empujando las ventas.

¿Es lógico fijar parámetros del 2016 respecto a 2015?

Nooo… 2016 ha sido un año de recuperación porque veníamos de una época muy mala. Se podría hacer la comparación con el año 2011, donde teníamos la licencia de un trainning fuerte. Este año hubo que empezar de nuevo y vamos normalizando las ventas.

Lo permanente es el cambio

¿Están pensando en nuevas sembradoras para 2017?

Sí. Por un lado, vamos a trabajar en el prototipo de una sembradora de granos gruesos a 35 centímetros. Será probado a campo porque Erca tiene como política no lanzar nunca una máquina sin haberla probado, al menos, durante un año. Cuando estemos conformes con las pruebas, la presentaremos comercialmente en 2018.

Por otra parte, ahora tenemos una sembradora Air Drill con tolva sobre el chasis y lanzaremos la versión con tolva-carro. La Air Drill es un producto con el que estamos muy contentos, llevó mucho tiempo de desarrollo y la probamos bastante. Estimamos que la nueva versión se verá en Expoagro. Además, estamos haciendo pruebas con motores eléctricos, línea por línea.

Erca trabaja en un sector muy competitivo como el de las sembradoras; ¿es correcto decir que se entró en una nueva fase tecnológica para la siembra?

Hay, efectivamente un nivel tecnológico más alto en siembra. El productor no quiere tener capacidad ociosa en sus máquinas. Existen productores que ya conocen a fondo los beneficios de la Agricultura de Precisión y buscan motores eléctricos línea por línea, dosificación neumática, corte por sección y otras prestaciones.

«La tecnología no se detiene nunca, siempre avanza y hay que estar preparados. Por eso, nosotros siempre le estamos haciendo mejoras a los productos existentes.

La mentalidad del productor, del cliente, fue cambiando y también afrontó el desafío de buscar mayor rentabilidad, con menores costos y con más eficiencia.

Y esa necesidad de eficiencia hizo que creciera el mercado de la tecnología incorporada a la siembra. Esto de la tecnología no se detiene nunca, siempre avanza y hay que estar preparados. Por eso, nosotros siempre le estamos haciendo mejoras a los productos existentes. También los clientes evalúan la relación costo/beneficio de incorporar tecnología y van a la eficiencia.

¿Están más abiertos los productores a la innovación?

Realmente, nos sorprenden, porque están muy pulidos y nosotros respondemos haciendo un traje a medida de cada productor. En eso somos muy abiertos, muy flexibles. Hay que pensar en una sembradora para cada zona y para cada productor. La máquina que va al sur de la provincia de Buenos Aires no es la misma que va a Entre Ríos, por ejemplo en lo que se refiere a adaptaciones a los suelos y a otras necesidades.

«Erca es una empresa que se basa en el conocimiento y en la calidad. Nunca lanzamos al mercado una máquina que no haya sido probada».

Esa cercanía con el cliente nos da una ventaja respecto a las compañías multinacionales, por ejemplo, que tienen producciones estandarizadas.

Erca es una empresa que se basa en el conocimiento y en la calidad. Nunca lanzamos al mercado una máquina que no haya sido probada hasta corregirla en todos sus aspectos.

El dilema productivo

¿Es bueno o malo que no se puede estandarizar la fabricación y haya que adaptar cada sembradora a cada zona?
Tiene su parte positiva y su parte negativa. La negativa es que se hacen menos máquinas. Si estandarizáramos la producción de sembradoras, haríamos más unidades.

«Los productores nos transmiten sus inquietudes y necesidades y respondemos con una máquina que se adapte».

La parte positiva es que se genera un feedback único con los productores. Ellos nos transmiten sus inquietudes y sus necesidades y nosotros respondemos con una máquina que se adapte.

Preferimos hacer menos sembradoras, pero brindar satisfacción al cliente.

¿Cómo trabaja Erca el comercio exterior?

Estamos enviando equipos a Uruguay, que es un mercado que atendemos hace muchos años y nos ha dado muchas satisfacciones.

Desde otra perspectiva, en los últimos años, las empresas de maquinarias agrícolas estuvimos caras en términos competitivos para el exterior porque hemos tenido costos en pesos y dólares que variaron constantemente. Estimo que en 2017 vamos a mejorar.

Por otra parte, en Bolivia estamos viendo las posibilidades de abrir un canal comercial para colocar máquinas.

De todos modos, en cuanto a las exportaciones vamos paso a paso, mientras atendemos con todo nuestro potencial el mercado interno.

Liderazgo y decisiones

En lo personal ¿cómo se vive el manejo de la gerencia general en una empresa que está a la vanguardia en el segmento de sembradoras?

Para mí fue una transición muy natural desde que estaba en otras funciones hasta la actual. En eso tuvo que ver, también, cómo nos manejamos con Ricardo Lisandrón, el gerente anterior.

«Llegar a la gerencia general de Erca fue una transición muy natural desde que estaba en otras funciones».

Estuve quince días en Japón, hace poco, visitando empresas como Sony por ejemplo, y ahí escuché una idea: “el líder, desde el primer día que asume, piensa quién será su sucesor y también que sea mejor que él”.

Esa idea se aplicó en el caso de Ricardo y cuando me llegó el momento de asumir la gerencia general, ya había un trabajo previo y un desarrollo de conocimientos que hizo muy natural la transición.

¿Quién tiene la última palabra en las decisiones?

Las decisiones las tomo yo. Por supuesto, tengo el acompañamiento de mi padre, Juan Carlos Silvi (N de la R, uno de los fundadores de Erca), todos los días, para darme su punto de vista. Pero las decisiones son mías. Y no ha sido fácil porque me tocaron años complicados. Por suerte, después de comprar una parte de la empresa en 2011 –que fue un buen año- pudimos terminar con los pagos y hoy Erca es una empresa sin deudas y con los números bien equilibrados.

«Mantengo los mismos valores y trabajo junto con toda la gente de Erca para ser cada vez más grandes».

Para el futuro estamos proyectando ampliar la planta y sumar tecnología. Es un proyecto ambicioso.

¿Era más fácil antes, cuando las responsabilidades eran otras?

Yo no llevo la gerencia general como un peso. No me levanto cada día con la presión de llevar adelante la empresa. Al contrario, lo hago con pasión. Mantengo los mismos valores y trabajo junto con toda la gente de Erca para ser cada vez más grandes. Por cierto, también nos han ayudado firmas vinculadas a Erca, como los proveedores que nos bancaron en las peores estaban y tienen nuestro agradecimiento.

¿Cómo se ve el panorama de 2017?

Estimo que 2017 será un año mejor que 2016. Seguirá la recuperación que hemos tenido este año. Vamos a estar en Expoagro 2017 y, probablemente, también en AgroActiva.

En cada año, hay dos fechas clave. En marzo, se mueve el negocio de los granos finos y en junio empiezan las operaciones para los granos gruesos.

Además, pensamos estar en Uruguay, participando de una muestra como Expoactiva.

Seguramente 2017 será un año de mucho de trabajo y eso es muy bueno.

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