13/07/2017 | | Entrevistas

Abelardo Cuffia: “La Agricultura de Precisión convenció al productor dándole rentabilidad”

El fundador de la empresa recorre su trayectoria, cuenta cómo empezó la Agricultura de Precisión en Argentina y explica qué factores condujeron a la adopción masiva.

Por Jorge Freites
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Abelardo Cuffia

Abelardo Cuffia ha logrado que su nombre y apellido se conviertan en el documento de identidad de una empresa que es el espejo de la Agricultura de Precisión.

Toda su vida laboral transcurrió entre las máquinas agrícolas. Vendió, especialmente, tractores y sembradoras, pero también conoció la comercialización de otros equipos.

Cerrando una especie de círculo, Cuffia terminó especializándose en la tecnología que le pone un “cerebro” a cada máquina. El monitor a la sembradora, el piloto al tractor, el dosificador a la fertilizadora, el controlador a la pulverizadora…

La compañía de Marcos Juárez (Córdoba) se asoció en su momento con Raven (una de las principales marcas internacionales de la electrónica aplicada al agro) y, paralelamente, se las ingenió para hacer tecnología argentina bajo la marca Agrotax.

En charla con MaquiNAC, Abelardo Cuffia (derrochando su inalterable cordialidad) evoca las etapas recorridas hasta el presente, identifica las claves que subieron al productor a la Agricultura de Precisión y señala la dimensión actual de una empresa familiar que cuenta con el trabajo de sus hijos Edgardo y Daniel.

Fabricar o importar

¿Cómo se inició la empresa que derivó en Abelardo Cuffia?

La empresa comenzó en la década del ´80, cuando a un amigo se le ocurrió que podíamos fabricar bombas para pulverizadoras.

«La empresa empezó fabricando bombas para pulverizadores destinados a la producción de papa».

Después de las importaciones de productos que provocó la dictadura, con la llegada de la democracia cambió la situación. Empezamos a fabricar bombas para pulverizadores destinados a la producción de papa.

Seguimos fabricando bombas (a las que agregamos pastillas y filtros) hasta 1989, cuando hubo otro nuevo cambio político y económico en nuestro país.

¿Hubo que pasar de la fabricación a buscar productos afuera?

En los años ´90 hubo una transformación total del sistema de comercialización y los fabricantes quedamos de nuevo afuera.

Ahí comencé a ver distintas alternativas y observé lo que se venía a nivel mundial sobre tecnología.

Una de esas alternativas era el rubro de la pulverización que ya manejábamos porque fabricábamos y vendíamos bombas.

Ahí empezamos a relacionarnos con productos que venían de Europa, tomamos su distribución y armamos un esquema de comercialización.

Tecnología atractiva

¿De qué manera llegaron a lo que hoy se llama Agricultura de Precisión?

En aquella época empezaron a llegar al país los sistemas de control electrónico que venían desde los Estados Unidos y nosotros nos interesamos por esa tecnología.

«Lanzamos al mercado el monitor AG2000, el primer monitor de siembra de fabricación nacional».

Haciendo gestiones, en 1994 tomamos la representación de Raven y presentamos el primer monitor monitor de siembra. Después surgió la idea de fabricar un monitor de siembra en Argentina. Y así fue que empezamos con el producto al que le pusimos la marca Agrotax.

Los primeros desarrollos lo hicimos con un ingeniero electrónico que, lamentablemente, falleció muy joven, a los 28 años, en un accidente.

Pero, bueno, entre fines de 1997 y los comienzos de 1998 salió al mercado el monitor AG2000, el primer monitor de siembra de fabricación nacional.

¿Cómo fueron los inicios en Argentina de la Agricultura de Precisión?

Por supuesto, como todas las cosas, tuvo sus complicaciones. Pero no debemos olvidar que nos ayudó muchísimo el proyecto de Agricultura de Precisión del INTA.

Además, hacía varios años que se estaba difundiendo la siembra directa y eso requería una tecnología distinta, con una más eficiente aplicación de los productos fitosanitarios.

De a poco se fue imponiendo la tecnología y nosotros fuimos incrementando la gama de productos y también la familia se fue involucrando en la empresa. Por ejemplo, mi hijo mayor, Edgardo, se sumó al trabajo y después lo hizo Daniel, mi hijo menor.

El sello familiar

Con la incorporación de los hijos se terminó conformando una empresa netamente familiar…

Sí, la empresa creció porque mis hijos entraron a trabajar en ella. Yo no tenía la idea de llegar a esta empresa como la que tenemos hoy.

«Al tener la familia, da más ánimos para continuar, para seguir desarrollando la empresa».

Entonces, al tener la familia, da más ánimos para continuar, para seguir desarrollando la empresa, y eso es permanentemente lo que hacemos.

Durante las exposiciones, es notable ver cómo usted atiende gente todo el tiempo. ¿Cuál es su rol actual en el trabajo de la empresa?

Es una satisfacción esto de estar en contacto con la gente, porque mi vida es la relación con el cliente; mi vida es la parte comercial y me siento muy cómodo y muy satisfecho con lo que hago. No tengo otra actividad que no sea el trabajo.

Por otra parte, lo que logramos es el resultado de un trabajo de todos los componentes de la empresa. Además, está la red de distribuidores que nos apoyan y tienen confianza en nosotros.

El cambio

¿Cuándo el productor dejó de ver la Agricultura de Precisión como algo extraño y empezó a valorarla en su condición de herramienta de trabajo?

Tengo una opinión que he repetido ya en otras ocasiones. Muchas veces el productor tiene que ingeniarse para ser más productivo. Y estas herramientas de la Agricultura de Precisión, hacen que el productor sea más eficiente y tenga más rentabilidad.

«Cuando el productor fue viendo que esta tecnología le daba beneficios, la fue incorporando a su trabajo».

Entonces, cuando el productor fue viendo que esta tecnología le aportaba para lograr sus objetivos, que le daba beneficios, la fue incorporando a su trabajo.

La Agricultura de Precisión lo convenció al productor dándole rentabilidad y permitiéndole ser más productivo.

Personalmente, prefiero cambiar el orden de las palabras y, a veces, en vez de Agricultura de Precisión, y digo Precisión en Agricultura. Nosotros trabajamos considerando al productor como tal, viendo lo que necesita, y no porque se nos ocurre que tiene que usar determinado equipo.

La afinidad de las nuevas generaciones con la tecnología en general, ¿ayudó a la adopción de la Agricultura de Precisión?

Sin dudas que las nuevas generaciones influyen mucho porque la gente joven capta mucho más rápido lo que significa esta tecnología. Y a los que tenemos más años (hablando de los productores) nos cuenta más.

Pero, en el concepto general, el productor, más allá de la edad, sabe bien lo que es útil y lo que no.

La mente, a trabajar

El hecho de poder medir con precisión las tareas en el campo, ¿modificó la mentalidad o la manera de gestionarlas?

Creo que, efectivamente, hoy en el campo se trabaja distinto. Antes el trabajo era más físico que mental. Hoy, tal vez, el productor trabaje más mentalmente que físicamente, siempre hablando del productor como un empresario como puede serlo cualquier otro.

«Un campo tiene una determinada superficie y no se puede hacer más grande. Entonces, hay que hacerlo más productivo».

En la actualidad, ser eficiente es lo principal y el productor lo entiende y lo nota cuando llega a los resultados finales de la cosecha.

Un campo tiene una determinada superficie y no se puede hacer más grande. Entonces, tenemos que hacerlo más productivo. Por eso, toda esta tecnología ayuda para que el productor logre ese objetivo.

¿Cuál es un ejemplo concreto de la optimización de recursos que permite la Agricultura de Precisión?

Lo que avanzó mucho, por ejemplo, es la dosificación variable. Nuestro equipo desarrolló hace varios años el equipo AG Fusion que, más allá de los premios que obtuvo, tiene patente de invención a nivel internacional.

Hoy la dosificación variable es un tema que al productor le interesa mucho porque no piensa que ganará más plata que el año pasado, aplicando menos kilos.

Lo que el productor entiende es que si pone el fertilizante en la cantidad y en el tiempo que corresponde, será más eficiente en el resultado final.

Además del mercado interno, ¿cuál es la proyección al exterior de Abelardo Cuffia?

Raven nos ha designado como lo que ellos llaman Distribuidor Master en el sur de América, es decir, en los países limítrofes. Entonces, estamos atendiendo Uruguay, Paraguay, Bolivia y Chile, además del sur de Brasil.

«Ya hay equipos de Raven que no viajan más a Estados Unidos, sino que son atendidos técnicamente en Argentina».

Somos una base de servicios, un soporte técnico para atender a esos países y por, ejemplo, ya hay equipos que no viajan más a Estados Unidos, sino que son atendidos técnicamente en Marcos Juárez. Por supuesto, para llegar a esto nos capacitamos debidamente.

Por otra parte, también exportamos productos de la línea Agrotax a países latinoamericanos. Y hay que sumar las sembradoras que se exportan y que van equipadas con productos nuestros.

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  • Abelardo Cuffia SA
  • Ruta Nac. 9, Km. 443 (2580)
  • Marcos Juárez (Córdoba)
  • Argentina
  • +54 3472 424696
  • [email protected]